Él murió por mi

Jesús murió por mi,

clavado en una cruz,

sufriendo un vil castigo,

sólo porque me amaba.

Sus manos lastimaron,

su rostro escarnecieron,

su cuerpo flagelaron,

sólo porque me amaba.

Murió por mis pecados,

colgado de la cruz,

con lanza en su costado,

sólo porque me amaba.

Gracias te doy Jesús,

por aquel sacrificio,

por tu infinito amor.

sólo porque me amabas.

Aprendiendo de Ti

Tus ojos me miraron,

y yo aprendí a existir,

Tus manos que formaron,

y yo aprendí a sonreír,

Tu voz dijo mi nombre,

y yo aprendí a quererme

Tu presencia veló mi sueño,

y yo aprendí a soñar,

Tus brazos me cubrieron,

y yo aprendí a amar,

Tu  risa me dio gozo,

y yo aprendí a ser feliz,

Tu paz sanó mi alma,

y yo aprendí a esperar

Tu gracia llenó mi alma,

y yo aprendí vivir...

Contigo todo cambia

Contigo Señor:

lo poco se hace mucho,

lo débil se hace fuerte,

lo enfermo se hace sano,

lo cojo se hace recto

lo malo se hace bueno,

lo agrio se hace dulce,

lo sordo se hace audible,

lo vano se hace útil,

lo lejano se hace cercano,

lo triste se hace alegre,

lo indigno se hace digno,

lo falso se hace cierto,

lo áspero se hace suave,

lo necio se hace sabio,

lo altivo se hace humilde,

lo inerte se hace vida,

y lo maravilloso se hace más maravilloso.

Esperando al Amado

Con el alma cautivada,

con la mirada en el firmamento,

con el corazón apretadito,

con la voz entrecortada,

con los oídos bien atentos,

y con las manos extendidas,

Te espero, sí Señor, te espero,

¡Ven pronto!…¡no tardes más!…

¡Gracias!

Gracias por 365 días a mi lado

Gracias por 365 días hablando a mi corazón,

Gracias por 365 días escuchando mi oración,

Gracias por 365 días cuidando mi vida,

Gracias por 365 días sanando mis dolencias,

Gracias por 365 días de tus múltiples cuidados,

Gracias por 365 días de tu mano sobre mi,

Gracias por 365 días enseñándome tu Palabra,

Gracias por 365 días pudiendo escuchar tu dulce voz,

Gracias por 365 días de sueños cumplidos,

Gracias por 365 días de tu presencia maravillosa,

Gracias por 365 días de provisión para mi alma,

Gracias por 365 días de paz y esperanza para mi,

Gracias por 365 días de regalos inesperados,

Gracias por 365 días de promesas y Palabras de bendición,

Gracias por 365 días de la ministración de tu Espíritu,

Gracias por 365 días librada del las redes del pecado,

Gracias por 365 días amada por tu sublime corazón,

Gracias por 365 días enseñándome a adorarte,

Gracias por 365 días de tu Luz guiando mi camino,

Gracias por 365 días de tu Presencia reposando en mi...

Esta noche es navidad

Una estrellita en el firmamento,

anuncia un día especial

un día de paz y felicidad

un día para siempre recordar.

Se oye el balido de las ovejas

y el dulce canto de pajarillos,

que alegres pronto esperan,

la llegada de Jesús.

Noche de infinita paz,

noche que alumbrará la Luz,

la tristeza cambiará en gozo,

y el silencio en gritos de júbilo.

Pronto llega el salvador,

a su Nombre exaltar,

canten todos hijos suyos,

canten todos sin parar,

que Jesús llegó a la tierra,

y esta noche es navidad.

Mi Padre

Me hablas con toda ternura,

me enseñas con gran sabiduría,

me sonríes con enorme dulzura,

me reprendes con amor,

me atiendes con diligencia,

me escuchas con suma atención,

me esperas con gran paciencia,

me guardas con sumo cuidado,

me guías con gran precisión,

me sostienes con todas tus fuerzas,

Y yo te pregunto: ¿Por qué, Señor?

y Tú me respondes: “Porque eres mi hija y te amo”

Gracias, Padre, mi Señor y mi Dios.