"Cuán solitario se sintió el niño, carente de todo amor.
Cuánto le dolía el vacío de su corazón...
No habian padres, ni amigos
Ni siquiera la luz del sol llegaba a abrigarlo...."
La tristeza y la soledad no son circunstancias que sólo lo experimenten los llamados "adultos". Muchos niños lo viven en carne propia. Todos los días desayunan gritos y regaños, todos los días se alimentan del rencor de otros, todos los días les hacen creer lo poco que importan en medio de una sociedad demasiado ocupada en sus propios asuntos.
Niños que vemos a diario, y que a diario, también, tropezamos con sus cuerpecitos fríos en medio de la noche. Muchos los insultan, los menosprecian, los repelen; sin entender que sienten, sufren, lloran y aman hasta más que nosotros mismos.
Hoy, no seas indiferente a ellos, hoy extiéndeles tu mano, hoy míralos con afecto, pensando que tal vez pudieron ser alguno de tus hijos. Hazlo hoy...mañana tal vez ya no esten con nosotros...