Señor, Tú eres:
La fuerza de mis manos,
la sonrisa en mis labios,
el pensamiento en mi mente,
el calor en mi corazón,
el abrigo en mi morada,
la Luz en mis ojos,
el silencio de mi adoración,
el motivo de mi alegría,
el canto de mi voz,
el gozo en mi espíritu,
el principio de mi existencia
y la razón de mi vivir.