Alzo a Ti mi mirada…y sonrío
porque Tú me sonríes primero.
Nadie entiende lo que me pasa,
nadie entiende esto que es sólo nuestro.
Nadie sabe que me hablas y te hablo,
que nos vemos todos los días,
que tomas mis manos y caminamos,
que te da risa mis ocurrencias,
y que yo me gozo al tenerte cerca.
Nadie entiende que eres real,
que puedo ver tu hermoso rostro,
que puedo oír tu cálida voz,
que tus manos me consuelan,
que tus brazos me sostienen.
Nadie entiende…pero un día lo harán,
porque un día serán ellos
los que hagan éstas cosas contigo;
entonces no seré más la extraña,
la que hace mil cosas raras,
la que habla con el aire
y se ríe siempre por nada.
Ese día entenderán y creerán
que Tú eres simplemente real…